BIENVENIDO AL SANTUARIO DEL JAMÓN IBERICO.
En las presentaciones formales, te diremos que Jamones Leandro es una marca premium de productos 100% ibéricos de bellota con Denominación de Origen Protegida Dehesa de Extremadura. Ahora bien, en las distancias cortas, te confesaremos que Jamones Leandro nació como un proyecto familiar para continuar la tradición histórica del jamón.
Lo que perseguimos es volver a saborear el mismo jamón que hacía salivar a nuestros abuelos.
Los mismos sabores puramente ibéricos, el mismo paraíso de la dehesa extremeña, los mismos cuidados artesanales que traían el jamón a la mesa ayer… Pero sin los filtros, sin las pretensiones “gourmet” y sin las imposiciones de hoy en día.
Como no lo encontramos en ningún sitio, decidimos hacerlo nosotros mismos. A nuestra manera.
ESTOS SON NUESTROS PRINCIPIOS, DE PURA CEPA.
1. CREEMOS QUE LOS BUENOS MOMENTOS PIDEN BUEN JAMÓN..
Para celebrar, para compartir, para acompañar. No hay nada tan nuestro como sentarnos a la mesa con un buen jamón al medio, que curiosamente siempre se acaba antes de tiempo.
El jamón siempre está ahí. Y aquí queremos que siga.
2. CREEMOS QUE SE PUEDE DISFRUTAR DEL JAMÓN, NATURALMENTE.
Hacemos ibéricos que cualquier persona puede disfrutar, sin filtros ni misticismos. Que sea una joya gastronómica no significa que tú tengas que ser un maestro jamonero para apreciarla.
3. CREEMOS QUE LOS MEJORES IBÉRICOS HABLAN POR SÍ SOLOS.
A nosotros no nos recomiendan los mejores chefs del mundo. Nos recomiendan quienes ya han probado nuestro jamón y han decidido compartirlo (aunque quisieran comerse hasta el último bocado).
Ese es nuestro marketing.
4. CREEMOS QUE LOS TIEMPOS HAN CAMBIADO, PERO LAS BUENAS COSTUMBRES NO.
Que tú no tengas tiempo ni cabeza para acordarte de comprar jamón no significa que no puedas comer buen jamón siempre que te apetezca.
Nosotros te lo ponemos en bandeja, literalmente.
5. CREEMOS QUE LA TRADICIÓN NO SE HEREDA, SE CONQUISTA.
Porque la verdadera tradición no es algo que se va arrastrando de generación en generación. Hay que preservarla con mimo, con cuidado y con paciencia.
Para que nuestros nietos puedan comer el mismo jamón que comieron nuestros abuelos.